Salma Hayek contó lo difícil que fue filmar su primer desnudo

Salma Hayek contó lo difícil que fue filmar su primer desnudo

La actriz mexicana dijo que incluso lloró durante el rodaje de la cinta ‘Desperado’

Salma Hayek, de 54 años, reveló en un diálogo con el actor Dax Shepard que sufrió mucho al filmar su primer desnudo en pantalla para la cinta ‘Desperado’ (1995) y contó que la escena no figuraba en el guion original de la segunda película de la trilogía del director Robert Rodriguez.

“Cuando íbamos a rodar, comencé a llorar y dije: ‘No sé si puedo hacerlo, estoy asustada’”, recordó la actriz, que accedió a realizar la escena de sexo bajo condición de que solo estuvieran presentes en el set el director y su entonces esposa, la productora Elizabeth Avellán; además de Antonio Banderas, actor protagónico y su amante en la ficción.

Según Hayek, la decisión de añadirle un momento de erotismo al plan original no provino de Rodriguez –quien se habría portado de manera “increíble” con ella y a quien considera un gran amigo– sino de los ejecutivos de la productora, que habían quedado fascinados por la “química” entre ella y Banderas durante el casting.

Respecto del malagueño, la actriz aseguró que se comportó como “un absoluto caballero” durante el rodaje y que mantiene con él una estrecha amistad hasta hoy. Sin embargo, la naturalidad con la que Banderas se tomó el desafío no ayudó a calmar los nervios de Hayek. “Él era muy libre. Me asustó que para él fuera como si nada, yo nunca había estado en una situación así”, detalló y agregó que se sintió muy avergonzada y que no quería “soltar la toalla” que cubría su cuerpo desnudo, a pesar de los esfuerzos de sus colegas por ayudarla a sentirse cómoda.

De a poco lo intentó, pero “cada dos segundos” se volvía a tapar. Como consecuencia de esas interrupciones, el director repensó por completo el diseño de la escena y decidió que sería una secuencia de fragmentos aislados ensamblados en la edición. “No podía sostenerlo, por eso fueron pequeños clips”, explicó la actriz.

La angustia de Hayek provenía principalmente de la preocupación que sentía por su familia. “No podía parar de pensar en mi padre y en mi hermano”, recordó. “¿La van a ver? ¿Los van a cargar? A los hombres no les pasa lo mismo. El padre diría: ‘¡Sí, ese es mi hijo!’ [si se tratara de un hombre]”, continuó la actriz. Finalmente, su familia vio la película y abandonó momentáneamente el cine en esa secuencia para después volver y señalar que ellos siempre estarían “orgullosos” de ella.

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