Las autoridades descubrieron que Trevor Jacob estrelló de manera intencionada un avión y luego intentó engañar a los investigadores.
En el dinámico universo de los influencers y youtubers, emerge un nombre que ha acaparado la atención de todos en los últimos meses: Trevor Jacob. Este personaje, impulsado por el deseo de alcanzar la fama a cualquier costo, se embarcó en una arriesgada empresa al publicar un video que no solo lo catapultó a la fama, sino que también lo condujo directamente a la prisión.
En diciembre de 2021, Jacob compartió un video titulado “I Crashed My Plane” (“Estrellé Mi Avión”), en el cual documentó de manera dramática un vuelo en solitario que culminó con el impacto de su avioneta. El video se volvió viral, acumulando 4.5 millones de visitas; sin embargo, la historia detrás de las cámaras reveló una verdad más oscura y compleja.
A pesar de las afirmaciones de Jacob de que el accidente fue real y de que milagrosamente logró sobrevivir, detalles sospechosos generaron dudas desde el principio. El influencer llevaba consigo un paracaídas desde el momento del despegue y sostenía un selfie stick para capturar cada momento de la supuesta tragedia. Estas circunstancias levantaron sospechas y llevaron a las autoridades a iniciar una minuciosa investigación.
Las pruebas acumuladas no dejaron lugar a dudas: el accidente fue, de hecho, un montaje cuidadosamente orquestado por Jacob para obtener notoriedad en las redes. El youtuber fue condenado a seis meses de prisión por organizar el incidente con la clara intención de volverlo viral y ganar seguidores.
Investigación
La investigación reveló que, después de lanzarse en paracaídas y asegurarse de estar a salvo en tierra firme, Jacob regresó al lugar del supuesto accidente. Engañó a la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) al ocultar la ubicación y, posteriormente, procedió a remover y destruir los restos del avión para obstaculizar la investigación en curso.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos confirmó la culpabilidad de Jacob, condenándolo a seis meses de prisión. El ex snowboarder olímpico admitió su participación en el delito grave de destrucción y ocultamiento de evidencia con el objetivo de aumentar las visitas en su canal de YouTube. Trevor Jacob, el youtuber que buscaba la fama a cualquier precio, ahora enfrenta las consecuencias de sus acciones, enfrentando una realidad muy distinta a la que buscaba en las alturas de la popularidad: una celda en prisión.
Este caso ilustra de manera impactante cómo la línea entre la realidad y la ficción puede desdibujarse en la era de la hiperconexión digital. La búsqueda desesperada de notoriedad y seguidores llevó a Jacob a cometer actos fraudulentos que no solo comprometieron su integridad, sino que también resultaron en consecuencias legales severas. La historia de Trevor Jacob sirve como recordatorio de los peligros y las implicaciones de traspasar los límites éticos en la implacable carrera por la atención en línea.