El cofundador de ChocQuibTown predica un nuevo movimiento: «No tenemos nuestro Maluma afro. Pero siento que esta viniendo».
Cuando ChocQuibTown — el trío colombiano que fusiona hip hop con ritmos colombianos y beats de la Costa Pacífica — hizo una pausa a finales de 2022, su cofundador Tostao decidió volver a sus raíces. Literalmente. El ganador de múltiples Latin Grammys, cuyo verdadero nombre es Carlos Valencia, regresó a su natal Chocó, en la Costa Pacífica de Colombia, y luego a Medellín, donde él y un grupo de productores, escritores y artistas comenzaron a crear.
El resultado, Exótico Pa’l Mundo, lanzado a finales del año pasado, es un álbum de “ritmo exótico”, un nuevo género poco conocido fuera de Colombia que Tostao describe como “una fusión urbana con elementos de música tropical colombiana y folklore”.
Uno podría pensar que ya ha escuchado algo así antes, pero no. El “ritmo exótico” es vibrante y exuberante e inmediatamente bailable, mezclando loops electrónicos con instrumentos acústicos y una actitud irresistible. Es underground pero podría ser mainstream.
“Piensa como si unieras el reggaeton estándar de Colombia con la vibra de Joe Arroyo y a eso le metes un poquito de ese Petronio Álvarez, esa negritud”, dice Tostao, refiriéndose al difunto compositor y cantante afrocolombiano que lleva el nombre del festival de música negra del Pacífico más grande de Colombia.
Al igual que Álvarez, Tostao, quien también es negro, ha estado comprometido con la celebración de su cultura afrocolombiana, y con ChocQuibTown, él, junto con su exesposa Goyo y Slo, pudieron crear un sonido de hip hop internacional que incorporaba los subgéneros más locales de la costa Pacífica colombiana. El ritmo exótico también está anclado en la música de Chocó y el Pacífico, pero se inclina más hacia el folk y lo tropical.
“Un reggaetón con sabor a borojó”, dice Tostao riendo, haciendo alusión a una fruta tropical del Chocó.
Para conseguir la mezcla de sonidos justa, Tostao se mudó de Miami a Medellín, que cuenta con estudios de grabación de clase mundial, pero también alberga una gran población de músicos de Chocó. Tostao se unió a ellos en una especie de colectivo que dio lugar a un primer álbum en solitario que es todo menos solitario.
Exótico Pa’l Mundo cuenta con artistas emergentes de ritmo exótico como Luis Eduardo Acústico, Robbie Vida (a quien Tostao describe como “el Kanye West del ritmo exótico”), Buay Press y Yilmar Dresan, así como músicos afrocolombianos más establecidos como Mabiland y Los Dioses del Ritmo.
El proyecto comenzó como un campamento de composición de canciones con “pelados” del movimiento del ritmo exótico que se habían vuelto virales en TikTok, como Los Dioses del Ritmo con su “Alo Michael -rico rico rico rico”. La idea, dice Tostao, era enseñarles cómo él trabajaba.
“La sorpresa es que son pelados súper talentosos, súper dedicados. Yo hablé con [su mánager, Juan Diego Medina, quien también maneja a Manuel Turizo y Nicky Jam] y le dije: ‘No se estila que uno escribe una canción con un pelado no conocido y la publique con él. Pero yo quiero hacer un proyecto como solista’”, cuenta.
Exótico Pa’l Mundo fue lanzado bajo La Industria de Medina y distribuido a través de Sony. Aunque Tostao lo ve como un proyecto nacido del amor, él quiere que llegue a ser comercialmente viable. “Para mí es igual que ChocQuibTown. Éramos un grupo [negro] tocando en Bogotá, y nos ganamos un Grammy. Yo pienso que si las plataformas mundiales como TikTok apoyan a un género como este del Chocó, tiene todos los elementos para hacerlo mundial. Yo no estoy basado solo en la teoría del amor. Estoy basado en que he recorrido el mundo y veo los resultados”.
Tostao también sabe que el camino puede ser lento. Después de todo, son en su mayoría desconocidos fuera de Colombia, pero siente que el cambio está ahí, justo bajo la superficie.
“Es un sonido que se siente discotequero, se siente grande”, dice. “Se siente una ola. Con ChocQuibTown fuimos una golondrina porque el sonido era tan especial. Lo bacano de ser un movimiento es que una vez que se destaque el primero, se va a seguir armando la dinámica”.
La mejor manera de explotar, admite Tostao, sería teniendo a un gran nombre como Farruko o Myke Towers apoyando y subiéndose al tren. Mientras tanto, está ocupado predicando la música y la cultura.
A finales del año pasado, lanzó un proyecto titulado Somos Grandes en colaboración con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, que conecta elementos afrolatinos en los países de América Latina. Uno de los capítulos se centra en el ritmo exótico en Chocó, y contará con seis semanas de talleres, paneles y producción que finalizarán el 21 de marzo
“Quiero abrir una nueva puerta y mostrarle a la gente el Chocó”, dice Tostao. “Promover la música afrocolombiana: esa es mi línea editorial. Que donde yo me monte a hacer mi música digan, ‘Estuvo bueno, pero vino un pelado del Chocó y nos dejó una parte de ese flow afropacífico’. Yo siento que están pasando más cosas que antes en lo afrocolombiano. Siento que hay más presencia. Muchísima más. Pero siento que el main dish para la afrocolombianidad no ha llegado. No tenemos nuestro Maluma afro. Pero siento que esta viniendo”.
Por Leila Cobo