Las nuevas baterías ecológicos fabricadas a partir de yerba de mate usada pueden convertirse en una alternativa menos contaminante que las alternativas actuales
Florencia Jerez, una destacada investigadora argentina, ha acaparado la atención de la comunidad científica y el interés del público en general gracias a un logro verdaderamente innovador: la creación de una nueva generación de baterías ecológicas a partir de yerba de mate usada. Este avance revolucionario es el resultado de un proyecto que inició en colaboración con su equipo en 2019, con el objetivo de aprovechar las propiedades de la yerba mate para el almacenamiento de energía.
El proceso detrás de estas baterías es fascinante y sostenible. En primer lugar, se recopila la yerba mate usada de los desechos generados por la industria yerbatera, lo que representa una fuente abundante y económica de materia prima.
Luego, este material se somete a un proceso de activación que lo transforma en carbón activado de alta calidad. Finalmente, el carbón activado se utiliza para fabricar los electrodos esenciales en el funcionamiento de las baterías.
La clave de este éxito radica en la riqueza de taninos que se encuentra en la yerba mate, los cuales son ideales para la producción de carbón activado. Este material resultante posee una capacidad excepcional para almacenar grandes cantidades de energía de manera eficiente y sostenible.
Las ventajas de estas baterías a base de yerba mate sobre las baterías tradicionales son notables. En primer lugar, su producción es altamente sostenible, ya que aprovecha un residuo orgánico que, de otro modo, sería desechado.
Además, estas baterías tienen una vida útil significativamente mayor, lo que reduce la necesidad de reemplazarlas con frecuencia. Y, para colmo, son más económicas de fabricar, lo que podría tener un impacto positivo en la accesibilidad de la tecnología de almacenamiento de energía.
El trabajo de Florencia Jerez y su equipo no se detiene aquí. Actualmente, están dedicados a mejorar aún más la eficiencia de estas baterías y exploran la posibilidad de aplicarlas en una variedad de dispositivos, incluyendo vehículos eléctricos.
“Vimos que en otros países se estaba valorizando residuos vegetales para producir carbón activado y se nos dio por probar con la yerba mate”, afirmó.
Su visión innovadora y su compromiso con la sostenibilidad prometen un futuro brillante para esta emocionante tecnología de baterías a base de yerba mate.
Este nuevo tipo de baterías a base de yerba mate podría convertirse en una solución sumamente interesante en el futuro si logran alcanzar niveles de acumulación de energía comparables a los que ofrecen otros materiales menos amigables con el medio ambiente. La promesa de una tecnología que combine la eficiencia energética con la sostenibilidad ambiental es un objetivo ambicioso pero muy necesario en un mundo donde la demanda de energía sigue creciendo.
Por Julián Castillo