Anabel Pantoja o cómo una inculta ridícula se puede convertir en influencer

Anabel Pantoja o cómo una inculta ridícula se puede convertir en influencer

Colocar en la misma frase a Anabel Pantoja y cualquier cosa que tenga que ver con la inteligencia o la cultura es incompatible. Aunque gane miles de euros a diario

Por Nirek Sabal

Anabel Pantoja se ha convertido en influencer, es decir, un millón de personas, más o menos, echa un vistazo a las idioteces que hace a diario; decenas de miles de personas escuchan, cada día, cómo esta mujer destroza el castellano rebuznando a más no poder. Anabel Pantoja se ha convertido en la separada más famosa de España, en la sobrinísima más famosa de España, en la inculta más famosa de España y en una tramposa que hace negocio con su boda, con sus sentimientos y, sin mostrar escrúpulos, con todo lo que se pone por delante.

No se conoce una frase inteligente de Anabel Pantoja; no se recuerda una idea brillante que tenga que ver con ella, ni una idea a secas tampoco; ni siquiera hace algo de lo que pueda presumir. Ni es guapa, ni tiene un tipazo, ni puede lucir un vestido sin que los pliegues estén desbocados gracias a unas curvas más que generosas ganadas noche a noche, juerga a juerga. La verdad es que es la esencia de la mediocridad, de esa forma de vida que se envidia porque es fácil, nada exigente y cualquiera podría asumirla como propia. Anabel Pantoja podrá estar orgullosa de lo que acumula en su cuenta corriente. Nada más.

¿Qué ha hecho Anabel Pantoja para ser influencer? Nada. El apellido le abrió las puertas de la televisión y los escándalos propios y ajenos le han afianzado en ese hueco tan rastrero como absurdo. ¿Sabe bailar, cocinar, hablar o escribir? No y, en realidad, la noticia sería que Anabel Pantoja leyese un libro de Faulkner sin que colapsara su sistema nervioso ve central. Nada de lo que hace merece la pena.

Personalmente, creo que esta mujer no interesa en absoluto. No puede aportar nada que no sean mentiras. Pero debe ser cosa mía puesto que en Telecinco, por ejemplo, le han televisado en directo la boda. Sí, como si fuera la infanta Cristina. Es algo increíble lo que está pasando en esa cadena de televisión. Que una indocumentada sea una de sus estrellas debería hacer plantearse muchas cosas a los responsables.

Anabel Pantoja se ha separado cuatro meses después de casarse. Anabel Pantoja ha hecho algún directo en redes sociales dando muestras de estar más que perjudicada. Anabel Pantoja es una pobre mujer que hace el ridículo y gana dinero. Anabel Pantoja es la quintaesencia de la paletez superlativa que es premiada sin que nadie sea capaz de saber por qué. Anabel Pantoja es esa joven que en los platós de televisión es atacada y no sabe distinguir entre la ironía, el sarcasmo o el humor negro. No pilla una la pobre.

Prometo hablar de ella, de nuevo, si lee algún libro. Si no es de Faulkner no pasa nada. Con el de Belén Esteban o Paz Padilla sería suficiente. Si no lo hace no volveré a mencionar su nombre jamás porque no merece la pena ese esfuerzo.

Por cierto, si tiene un novio desde hace meses y por el que ha perdido la cabeza, me da exactamente igual.

Artículos relacionados

Deja tu comentario